Culpo al lazo, todo empezó a ser demasiado fácil cuando estar a favor de la lucha contra el SIDA y el cáncer, se podía manifestar en nuestras solapas y mochilas, con un lazo de un color determinado.
Sigue siendo fácil. Poner un recuadro negro no cuesta nada y, por tanto, tampoco dice mucho sobre ti. El inconveniente está, en mi opinión, en pensar que sí. Pero no va sobre ti.
Cuando digo que no va sobre ti, incluye que hoy no sea el día para vender tu libro sobre el apartheid, o publicitar tu primer contenido con alguien negrx en la portada o recordar tu viaje a Nueva York. Tampoco es el día de aparentar que te importa, creo que es el día de preguntarte si alguna vez te ha importado. Si eres honestx, sabrás que no, que la mayoría de las veces no. Quizá admitirlo sea un buen comienzo. Quizá no, no lo sé, porque no va sobre mí.
Tampoco pienso que sentenciar a Estados Unidos como el país más racista del planeta sea una declaración menos llena de racismo y de odio.
Ojalá el racismo fuera inherente a un solo país, pero no, está también presente cuando nos creemos más cultos, más avanzados por estar y ser de Europa, cuando “los musulmanes van atrasados” y“los chinos solo son buenos para servirte la mediana y el bocata más baratos”. Sobre todo, cuando estamos convencidxs de que no tenemos nada que aprender de otras culturas.
No puedo evitar preguntarme si la automatización, la simplificación de la vida, nos convirtió ya en personas capaces de hacer hasta del sacrificio lo más cómodo y conveniente posible. Si inclusive la protesta va a ser siempre esta cosa trivial y breve. Sin que produzca el cuestionamiento, sin que signifique algo.
Entiendo que el racismo es vergonzoso y lo propio es que queramos rápidamente desmarcarnos, pero me temo que no hay atajos, que todxs tenemos nuestro pedazo de parcela que barrer. Ya quisiera ser más valiente para barrer más fuerte, y que suenen las cerdas, e incomodar vecinos, pero no soy valiente porque todavía tengo la opción de no serlo. Quizá admitirlo sea un buen comienzo. Quizá. Otra palabra más que me protege.
Sin embargo, a veces la hipocresía me abruma, la volatilidad del sufrimiento me puede y no llevo el ritmo. Cuando pierdo el ritmo, soy la novata en la clase de zumba, el célebre «pato mareado», pero más que nada, intento huir de la palabra impulsiva y me esfuerzo en callarme. Esta vez no lo he conseguido:
¿Cuándo van a empezar a importarnos más las causas que como nos vemos frente a ellas? ¿Cuándo buscaremos posicionarnos a través de una acción que dure más de dos segundos? Una inversión de tiempo más allá de un repost, un retweet; preocuparnos menos por lo que queda en nuestro perfil y más por lo que queda en nuestro interior.
No es el juego del activista más rápido, no hay nada en juego salvo nuestra propia convivencia humana. Una nimiedad. Un detalle sin importancia.
Prosa Ojerosa
PD: Para terminar, dos citas de dos artículos diferentes escritos por Roxane Gay que me parecen oportunos y uno de los textos más hermosos con los que me he tropezado, sobre la cuestión del racismo en Estados Unidos (solo en inglés):
“El tener conexión a Internet no me convierte, ni a mí ni a nadie, en experta en acontecimientos culturales importantes” ~ Cuando Twitter hace lo que el periodismo no puede
“Trayvon Martin no es el primero ni será el último joven varón negro asesinado por el color de su piel. Si existe algo parecido a la justicia para un joven cuya vida le fue arrebatada demasiado pronto, espero que esa justicia esté en que todos aprendamos de lo ocurrido. Espero que seamos capaces de estar a la altura de la grandeza de la ocasión, y por grandeza me refiero a intentar superar nuestros yoes menores viendo a un joven como Trayvon Martin por lo que era: un joven, un chaval sin capa de héroe, que ni siquiera pudo volver ileso de la tienda a su casa, por no hablar de volar” ~ Esperando a un héroe
Roxane Gay
«no hay atajos», gracias
gracias a ti siempre, Vicky
Como siempre vamos a la deseperada a unirnos al movimiento del momento, ya sea manifestarse ante una injusticia, un tik tok o un challenge variopinto. Gracias por ser voz 💜.
Sí, y está bien unirnos pero con un poco más de sustancia detrás o con un poco menos de compromiso fugaz. Gracias a ti, Vero, por dedicarle un ratito.
Gracias. Cada quien que barre su parcela también significa que hay muchas aproximaciones a la solución, muchos activismos. Unos por visibilizar el racismo, otros por educarnos en la sistematización del racismo y las desigualdades que genera, otros contra la brutalidad policial, etc. Recomiendo el Town Hall de la Fundación Obama de ayer 03 de Junio. Todos los activismos tienen un rol. Educarse en este tema duele. Recomiendo los libros de Ta-nahasee Coates como un aperitivo, una introducción al tema desde una perspectiva moderna. Siempre se pueden leer los ensayos de MLK Jr. Y si quieren unas bofetadas de injusticia sistémica, pueden ver la serie documental de ‘Trial by Media’ en Netflix.
Gracias por todas las recomendaciones, voy a echarle un ojito a todo, especialmente a los libros que mencionaste YIA!
Sabes que creo que la visbilidad es 100% necesaria, pero el cuadro negro se me quedó corto en todo, en visibilidad se me quedó en VIS… y en activismo no llegó a AC.
Gracias por tu comentario, beauty.