La vida como la tienes está muy bien

Mi otra abuela, de la que no te he hablado, la paterna. Era un personaje de la cabeza a los pies, no que yo recuerde sus pies, con suerte la cabeza, porque desafortunadamente murió cuando yo iba a cumplir 6 años.

Me hace pensar que lo peor de ser la hija menor siempre será tener menos tiempo con los abuelos. Que se vayan sin que los eches de menos, sin saber de lo que te has perdido, el amor desproporcionado, casi grosero, descaradamente consentidor y pícaro. Tenerlo al final de sus vidas y compartido entre otros primos, sencillamente no es lo mismo.

Pero mi abuela, ella, compartía todo y de estas historias me alimento. Me dicen que cuando se estaba yendo de viaje, se acercaban los niños del barrio a halarle la falda y decir ‘Mamama, yo también quiero ir’ a lo que ella respondía ‘Bueno, mi amor’.

A continuación, sacaba todo fuera de los bolsos y no aceptaba equipaje de nadie, las pertenencias de todos los viajantes iban dobladas mezcladas entre sí, por capas, en el maletero, ya no había espacio ni tiempo para la individualidad, porque así de simple, ahora había uno más. Todos apretujados en la parte de atrás, en un escenario donde inexistente o irrelevante era el cinturón de seguridad.

Esto me hace reflexionar, sobre cómo lo sobre-complicamos todo. Sé que hoy en día, a mucha gente joven le es difícil inclusive coger al teléfono por temor a responder “en el momento”, no tener el tiempo para pensarse lo que dirían como lo harían si fuera un mensaje. ¿Dónde vamos a parar? Siguiente estación, isla de la no improvisación, el fin de tocar el timbre y decir “baja que nos tomamos algo”, ya no más “¿qué haces? Te paso buscando para que me acompañes a…”.

No nos llamamos, nos escribimos y todxs estamos más cómodxs con ese hecho. ¿Lo estamos? ¿O es que, en realidad nos llenamos la boca diciendo que estamos más conectadxs que nunca cuando no es así?

Me quedé encerrada en el ascensor y de veinte familias del edificio, sólo salió una señora.

Queremos compartir con más personas, pero en menos profundidad, queremos que sepan dónde estamos, qué comemos, a dónde viajamos ¿pero y lo que sentimos? Más alcance, pero menos repercusión, más importancia, pero menos significado.

No aporto respuestas, no tengo frases que empiecen con “He aprendido que…” y el “Antes hubiese…” antepuesto al “en cambio ahora ya…”, no encuentro fórmulas, pero me agarro a pequeños gestos de quien ni llegué a conocer como hubiese querido para decir ¿qué tal si…?.

“We have to hope, Daniel was saying, that the people who love us and who know us a little bit will in the end have seen us truly. In the end, not much else matters.”

Tenemos que esperar, decía Daniel, que las personas que nos aman y que nos conocen un poco, al final nos hayan visto de verdad. Al final, no mucho más importa.
~ Ali Smith,» Autumn«

De esta novela tengo que decir, que no la entendí del todo. No sé si es que mi nivel de inglés no es lo que era, pero pienso que no por ello encierra menos belleza.

Y la verdad sea dicha, estoy infringiendo las normas de un buen “copy”. Un blog debe traer información útil, herramientas, tips, recursos, pero hoy no es así:

«Algunas personas tienen más certeza sobre todo, de lo que yo tengo sobre algo»

Robert Rubin

Tu vida tal como la tienes está muy bien, no necesita ser compartida con nadie más que con los que desees, pero si lo haces, procura que te vean. Que conozcan tus preocupaciones, tus planes para el futuro y que, si se diera el escenario, quieras llevártelxs en un viaje de improviso.

Cuéntame, ¿alguna sobre-complicación de la que te gustaría deshacerte? ¿qué intentas que la gente a tu alrededor no vea? y… ¿usarías el maletero del coche como equipaje común de toda tu familia? ¿o sólo a Rosario se le ocurriría?

Prosa Ojerosa

PD:


Had to have high, high hopes for a living
Didn’t know how but I always had a feeling
I was gonna be that one in a million
Always had high, high hopes

Panic! at the Disco

Tenía que tener grandes esperanzas, grandes esperanzas como profesión

No sabía cómo, pero siempre tuve una sensación

Iba a ser ese ‘uno en un millón’

Siempre tuve grandes, grandes esperanzas.

(Una canción que no supero)

PD2: La publicación anterior es de mis favoritas y según me dicen los números, ha sido de las que menos personas han leído, lo cual creo que es una pena. Te la dejo aquí, por si hoy cuentas con más tiempo.

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