Como quien, dentro del coche, cuando está aprendiendo a conducir, se asoma a la intersección y tiene que sumar toda su valentía en la presión de la planta del pie para llevarla al acelerador, me encuentro viéndote a ti que ya estás en la rutina, en el engranaje diario y tengo ganas de estar como tú, ya adaptadx, en una velocidad constante y, en definitiva, en marcha.
Deseo estar en marcha con la sensación de descanso y objetividad que dejan los días fuera de la espiral de la vida, y ojalá durara más de unos pocos días.
¿No te parece que hay ciertos sustantivos que son femeninos, pero deberían ser masculinos o viceversa? “La” espiral se me hace uno de ellos, definiéndose “ella” como la línea curva generada por un punto que se va alejando progresivamente de su centro a la vez que gira alrededor de él.
Siendo la palabra clave ‘alejando’, ¡qué miedo da acelerar! Que se vuelva todo borroso y ahora que estoy tan abrazada a mi centro, lo perderé de vista de nuevo. Pero qué gratificante el lograr, marcar las casillas realizadas, ver hacia atrás y poder cuantificar, observar lo construido.

ilustración @mihermanaesunosopanda
Este es el baile, el que marea, el que tenemos que saber parar y la única manera que encuentro para ralentizar el momento, es ir de a poco. Voy a coger el paso, pero no sin antes escuchar el ritmo, “contar el compás” como si fuera un vals, con tu permiso voy a poner una mano en tu hombro y la otra sujetando tu mano, ¿me llevas tú o te llevo yo? no importa, lo relevante es que no vamos a dejar de escuchar la música, la que venga del centro, de dentro.
Me doy cuenta de que, quizá estas líneas son más propias del mes de septiembre, que es cuando en la teoría, la mayoría está en una transición. ¿Pero es que acaso, no lo estamos todo el tiempo?
Opino que si estuviéramos más orgullosxs de comenzar múltiples veces y de las posibilidades que nos esperan en el título de principiante, más que el valor otorgado a la posición de expertxs, perderíamos menos el impulso. Mientras que, para mayor sosiego y como me han tenido que repetir millones de veces, todos los eventos son neutros: son buenos, malos o quién sabe. Y eso sí que no tiene fin, toma espiral.
Hoy vengo en extremo purista, limitándome a nombrar libros, y en exclusiva los que son breves, para ese comienzo parsimonioso del que te hablo. Si es cierto que, en cualquier instante estamos comenzando o finalizando, aunque yo sea mal ejemplo de ello, créeme por favor cuando te digo que este es tan buen momento como cualquier otro. Tanto para sentirte principiante en tus propios hábitos como para serlo en algo nuevo, sin sonrojo.
1
“En realidad, ahora escribo para que me preguntes en qué página nos quedamos y yo pueda responderte que misteriosamente, después de tantas vueltas, hemos regresado al principio.”
Piscinas vacías – Laura Ferrero
“Piscinas vacías” es un libro que se siente muy íntimo, se compone de relatos y para serte honesta, no suelo recomendar libros de relatos porque muy pocos llegan a transmitirme lo suficiente o digamos que, con alguna frecuencia, el espacio en blanco entre uno y otro, me sirve de excusa para hacer una pausa definitiva. No ha sido el caso con Laura Ferrero. Y aunque, en su mayoría, las historias eran sobre relaciones interpersonales de distinta índole, sí intuí un hilo conductor.
2
“i want to apologize to all women
I have called pretty.
before i’ve called them intelligent or brave.
i am sorry i made it sound as though
something as simple as what you’re born with
is the most you have to be proud of.”
“quiero disculparme con todas las mujeres
a las que he llamado ‘bonita’.
antes de llamarlas ‘inteligente’ o ‘valiente’.
siento haberlo hecho sonar
como si algo tan simple como con lo que naciste
es de lo que más tengas que sentirte orgullosa”
Seguro ya conoces a la poeta Rupi Kaur, y si eres de lxs que huye ante lo popular, lo entiendo. En cambio, si aun no has satisfecho tu curiosidad hacia esta autora, a diferencia de Piscinas Vacías, decirte que tanto “Milk and Flowers” como “The sun and her flowers” son en apariencia sobre un despecho, o la relación con ese otro, a veces con encono, pero se desvela más sobre el vínculo con nosotrxs mismxs y en mi opinión, lo hace con real vulnerabilidad y delicadeza. Tengo tantas páginas marcadas que más me valía memorizarlo.
3
Ahora, hablar de delicadeza, de fragilidad me trae a “La muerte de la mariposa”, la biografía de Zelda y F. Scott Fitzgerald:
“Eran la misma persona con dos corazones y dos cabezas; y esos corazones y esas cabezas se volvían apasionadamente el uno hacia el otro, el uno contra el otro, hasta arder en una única hoguera.”
La muerte de la mariposa – Pietro Citati
Es escrita por Pietro Citati y resulta injusto compararla con otras biografías, porque creo que no abundan las de pareja, por lo que, hablando de bailes de dos y compases, me ha parecido oportuno mencionarla. No sin antes advertirte que me ha dejado bien manchada de tristeza.
4
Pero en la cima de los libros breves, pocos me han gustado tanto como “Psychopomps” de Alex DiFrancesco, que escribe así en la página 22:
“I wonder whether I would have made all these major, vital changes toward becoming a truer version of myself if I hadn’t taken the space from everyone -if I hadn’t had a momentary look at what my life might be if I were the only one choosing”
Me pregunto si hubiese hecho todos estos cambios vitales importantes hacia convertirme en una versión más verdadera de de mi mismx si no hubiese tomado distancia de todos -si no hubiese echado un vistazo a lo que sería mi vida, si fuera yo el/la únicx a elegir.
Atreverse a ver el eje, ese punto equidistante del todo que somos, como si se tratase de nuestra propia vida, es de osados y es lo que, en mi interpretación, esta novela invita a hacer y en consecuencia, lo que deseo que hicieras tú.
No sé cómo lo ha conseguido, pero Alex DiFrancesco congrega una historia de individuo en evolución, corazón sangrante sin cursileria, amigos, familia que sale y entra, que juzga, conformando entonces una sociedad corrosiva, y ocurriendo todo en tan poco espacio y con tal urgencia que, con la misma, he venido yo a comunicarla.
Para recordarte de empezar por lo breve, ir de a poco, apuntar al meollo, a lo más ‘verdad’ que encuentres.
PROSA OJEROSA
PD: ¿Qué te llevas hoy contigo?
Justo cuando mi espiral gira hacia el centro y no hacia afuera llegas tú, susurras y me impulsas. Gracias.
Gracias a ti, me gusta que recorramos este camino juntas.
You did it again… 💕 y la ilustración pues…. sin palabras
<3 muchas gracias por no fallar nunca.
Eres una valiente y no solo porque mires al centro, también porque con tus letras haces que los demás miremos al nuestro.
Flipándolo con la ilustración.
Si en algo te impulso, doy por recompensadas todas las horas de dudas.
La ilustración la regalé por historias, espero hayas tenido el momento de ir a por ella. Un beso grande, Vero.